jueves, 23 de septiembre de 2010

Las dos caras de una encuesta

Secuencia encuestador:
Encuestador: Bueno, meto un último llamado y ya, que no me jodan más
Encuestador2: si, ya casi es hora, no aguanto más, pero por suerte es viernes
Encuestador: si, que bueno, viernes al fin, semana larga
Encuestador2: Buenas tardes mi nombre es Javier y llamo de una consultora de opinión publica para hacer una breve encuesta, dispone de un par de minutos para responderme unas preguntas?
El primer encuestador marca un número de celular: suena tres veces y atienden.
Encuestador: Buenas tardes, mi nombre es Luis y llamo de una consultora de opinión publica para hacer una breve encuesta, tiene un par de minutos para responder?
Encuestado: una encuesta? Y cuanto dura?
Encuestador: dos minutos.
Encuestado: Dale
Encuestador: primero dígame si vota usted en la ciudad de Buenos Aires?
Encuestado: Dame un segundo (se lo escucha hablar con otra persona, no se entiende lo que dice), si, voto en capital.
Encuestador: Muy bien, para comenzar le pido que me responda en una escala de uno a cinco cuanto cree que ha aumentado la inseguridad en el último año?
Encuestado: Y, creo que bastante, ponele un 4
Encuestador: Ahora le voy a mencionar unas frases que nos dieron otros encuestados y le voy a pedir que me diga que tan de acuerdo o en desacuerdo se encuentra con estas frases, para esto le pido me conteste usando la siguiente escala: algo de acuerdo, de acuerdo, bastante de acuerdo o muy de acuerdo
Encuestado: Bien
Encuestador: la primera frase dice “la cosa esta cada vez peor, ya no se puede salir a ningún lado”
Encuestado: Y, bastante de acuerdo
Encuestador: La segunda frase dice “acá lo que hace falta es mano dura”
Encuestado: Si, muy de acuerdo
Encuestador: La tercera dice “la culpa es del gobierno que no hace nada”
Encuestado: bastante de acuerdo
Encuestador: Muy bien. Ahora cambiando de tema, si la elecciones a presidente se efectuaran hoy, usted, votaría a M. M.?
Encuestado: Si, la verdad que si
Encuestador: Podría decirme por qué?
Encuestado: y porque es el único que hace algo para agarrar a todos los chorros, además no es un corrupto, porque ya tiene mucha plata
Encuestador: bien, para finalizar, necesito que me diga su edad.
Encuestado: 34 años
Encuestador: Bien, bueno, le agradezco mucho por su tiempo y su amabilidad, y que tenga un buen fin de semana, adiós.
Encuestado: No, de nada, siempre que puedo contesto, sé que están haciendo su trabajo, suerte y buen fin de semana para vos también! Adiós!
Encuestado: Gracias, adiós
Encuestador corta y mira a su compañero: Ja, que buena onda este tipo, muy amable, me alcanza para arrancar el finde de buen humor.



Secuencia “del otro lado”:
Dos hombres armados entran a un edificio en el centro porteño, suben por el ascensor hasta el piso siete, salen de este y caminan por un largo pasillo hasta el departamento numero 54, tocan la puerta, un hombre de mediana edad atiende la puerta en forma desprevenida, los sujetos ganan su entrada a punta de pistola. Unos minutos después en el interior del departamento:
Un teléfono celular que suena, es una encuesta, el sujeto A decide responderla, el sujeto B pregunta por qué responde, y este le contesta: dame un segundo (al encuestador al teléfono) yo fui encuestador, no sabes que feo que es que no te respondan, están haciendo su trabajo, además a mí no me cuesta nada, son un par de minutos.
B: bueno, si vos decís, yo no tengo apuro y este no se va a ir ningún lado.
B patea a la victima, que ya se encuentra atada y amordazada en el piso mirando con cara de terror, pero a la vez incrédulo, al sujeto A, que mientras responde una encuesta sobre inseguridad presiona su pie en el cuello de la victima.
Dos minutos mas tarde: A, mientras apunta su arma a la cabeza de la victima, se despide del encuestador: No, de nada, siempre que puedo contesto, sé que están haciendo su trabajo, suerte y buen fin de semana para vos también! Adiós!
Corta el teléfono y en un par de segundos se oye un disparo amortiguado con un silenciador, seguido de un breve silencio interrumpido por una risa socarrona de B.
Dos minutos más tarde A y B ya se encuentran en el ascensor:
B: así que fuiste encuestador.
A: si, por unos meses cuando era pibe, eran unos pesos por poco tiempo, después empecé con papá.
B: te aburriste de las encuestas?
A: no, el viejo tuvo un patatús y casi se nos va y hubo que laburar el negocio.
B: bueno, mal no te fue.
A: no, no me quejo. Vamos a tomar un cafecito al bar de Roberto?
B: dale, hoy no nos queda nada, no?
A: no, era el boludo este y la vieja timbera esa, la de la mañana.
B: ah, si, como jodio esa vieja de mierda…

sábado, 24 de julio de 2010

Invierno

Con las manos siempre frías, con los pies siempre fríos, con las orejas siempre frías, caminar por los días del invierno pareciera poco justo.
Es que el sol que nos gobierna parece tan lejano, tan débil, tan fácil de mirar fijo que no pareciera el mismo que en veranos pasados nos cegaba en un instante.
Es que las hojas del otoño ya no están ni en las veredas, solo charcos y esqueléticos árboles esperando ser salvados de la inevitable estación.
Es el invierno quien domina, son sus tardes cortas, sus noches largas, muy largas, es el frío que nos asusta, es la enorme cantidad de ropa que nos abraza y nos incomoda el andar.
Son los paisajes que pierden colores, son los grises que ganan paisajes, todo parece más sucio, aburrido, soso, por así decirlo.
Y dentro los cuartos están las sabanas frías, esas que deseamos compartir, las que nos dan refugio del frío mundo que se asoma en la ventana.
Ese mundo frío que sólo nos invita a quedarnos contemplándolo para dale envidia de ese abrazo silencioso y de miradas perdidas que se gesta en esa cama.
Todo se sumará y terminará de cobrar sentido cuando este invierno nos encuentre caminado un mediodía con un cielo despejado y ese pobre sol disminuido nos ilumine la pálida cara para sacarnos una sonrisa, ese es el instante que debemos ir a buscar.

jueves, 15 de julio de 2010

Pequeñas risas


He notado últimamente una mayor cantidad de pequeñas risas, de esas que solo se escapan, sin permiso ni aviso. No lo sé con seguridad, pero creo que se han incrementado, es más, este incremento es notable. Por lo que deduzco que ya no tengo dudas al respecto. Creo que lo mejor de estas pequeñas risas es la espontaneidad con que se dan, son simplemente eso, pequeñas risas, eso me gusta mucho, su génesis es simple, no dan lugar a segundos pensamientos o complicaciones de cualquier tipo. Son recuerdos que solo vienen, gratos recuerdos, son chistes fáciles, son esa musiquita veraniega que cae en medio del frío invierno para recordarnos que el calorcito llegará, eventualmente, llegará. Son risas que buscan un cómplice sabiendo que el único en la habitación es uno, es esa mirada socarrona que nos permite volver a esa cara de pícaro que teníamos de chico, son esos golpes con dolor a dulce, creados siempre por una torpeza, son el pensamiento que nos lleva a imaginar que pasaría si hacemos una travesura. Como no notar una mayor cantidad de pequeñas risas, si son las que nos alegran el camino, las que nos dan un brillo en la cara, las que nos hace cómplices de nosotros mismos, "que nadie sepa, pero estoy básicamente contento". Para mi esas pequeñas risas me llevan a ser más básico, más simple, es estar contento, por qué, no importa, no lo sé, si hay motivos, son pequeños. Otra cosa que me gusta mucho de estas pequeñas risas es que se van, se van rápido, pero no hay nostalgia o sensación de vacío, solo cumplen su propósito, es más, son perfectas, solo espero que sigan viniendo a visitarme, a alegrarme el día.

domingo, 4 de julio de 2010

Volveremos a ser



Cuando el árbitro señaló el final del juego todo pareció una mentira, esto no es posible, pensé. La desazón de saber el presente, nos quita la posibilidad, la simple posibilidad de una alternativa más cercana a la deseada. Ya hemos pasado por esto, ya sea hace cinco minutos o hace cuatro años, pero ya está, esto parece ser todo por ahora. El futuro solo nos invita a esperar, solo debemos esperar, porque tenemos la suerte de ser simples espectadores y no nos toca trabajar para volver a tener posibilidad de ser otros, de llamarnos campeones o por qué no los mejores. Tenemos la suerte de sabernos con nuevas posibilidades, sabemos que podemos, que ellos pueden, que ellos nos lleven a una nueva contienda, nos den unas nuevas esperanzas. Repito, solo debemos esperar que ellos sepan hacer lo que saben hacer, eso que tanto nos gusta. Guiados por el que será el mejor guía, por el mejor camino posible, con el mejor resultado posible. Somos afortunados, porque sabemos que esa posibilidad volverá solo con esperarla, porque así nos toca ser, buenos en lo que somos buenos. Ellos volverán a dejar dudas, certezas, discusiones, acuerdos, ellos volverán a darnos las polémicas que acaloran nuestras discusiones, como si de decidir el futuro de un Estado se tratase. Solo hemos frenado antes de lo deseado, pero eso es está vez. Hoy nos ataron la garganta, nos golpearon donde, sabemos, duele más. No confundamos un fracaso con una oportunidad perdida, porque perder siempre será una posibilidad más, como lo es ganar, una posibilidad más.
Que jornada gris, que jornada triste, que jornada orgullosa, pero esto ya pasó antes y volverá a pasar, no se ganan todas, pero no se pierden todas, no nosotros, no perdemos todas, porque sabemos, no solo lo deseamos, lo sabemos. Qué decir, como me dijo un amigo una vez, no hay que tenerle miedo a un juego que da revancha, porque de eso se trata, de un juego que da revancha, nada más y nada menos.
A su salud jugadores y cuerpo técnico.

martes, 11 de mayo de 2010

Nocturna vida

Cuando la oscuridad comienza a vencer todo lo bello del sol, somos nosotros los que empezamos a respirar un poco más fuerte.
Cuando la ciudad nos da un silencio bien dispuesto, somos nosotros los que escuchamos sus penas.
Cuando el reloj deja de importar, sin lugar donde ir o donde llegar, somos nosotros los que allí vamos.
Cuando la soledad se presenta tocando dulces melodías, somos nosotros los que la abrazamos y acompañamos.
Cuando la ciudad nos muestra sus sueños más oscuros, somos nosotros los que nos inspiramos.
Cuando los recuerdos de los días más esplendidos llegan sin invitación, somos nosotros los que los deseamos con nostalgias inauditas.
Cuando las luces ya no alumbran los caminos, somos nosotros los que empezamos a correr a tientas.
Cuando la oscuridad nos oculta la realidad de lo cotidiano, somos nosotros los que imaginamos lo increíble.
Cuando los murciélagos vuelan reclamando sus dominios, somos nosotros los que sumimos nuestros ánimos a su voluntad.
Cuando los limites se borran y el infinito se deja ver, somos nosotros los que nos damos cuenta lo lejos que estamos.
Todo cambia, todo empieza cuando la luz es medida en watts, es ahí cuando los despiertos con sus sueños de ojos abiertos comienzan a escupir en hojas todo lo que ya no les pertenece, todo lo que deben regalar. Y así, lo que para unos es castigo, para otros es goce, para nosotros solo es una forma de ver las cosas o un momento donde se dejan ver.

miércoles, 14 de abril de 2010

Cosas

Hay cosas que nos llevan a pensar cosas, cosas que sabemos, pero no queremos saber. Son cosas que ya estaban ahí, pero que no queremos ver, son ese tipo de cosas de las que huimos, no por miedo, es solo porque sabemos qué pasará una vez que aparezcan.
Es por eso la nostalgia, es por esas cosas que sabemos, todo pasa por ahí, es que estamos desnudos, al descubierto, siempre lo estuvimos, solo que entre esas cosas hay espejos, ahora vemos nuestros cuerpos, frágiles hasta de una brisa. Solos, los cuerpos.
Son solo cosas, dicen, que ya sabíamos, pero que ahora sabemos, ese es el problema. Es aquí donde los deseos se confunden, son opuestos y nos explotan en la cara provocando una sonrisa. Esa mueca en la cara, se nos burla, es irónica, es deseosa del futuro. Un futuro impaciente. Otra vez una ironía, tantos años esperándonos y la paciencia que no está, pareciera que el saber no es aprender, solo es saber.
Qué más, al fin solos, solo nuestros cuerpos en un cuarto lleno de esas cosas, las que no queremos saber, sin embargo, es la respuesta, es nuestra respuesta, al fin solos. La ansiedad disminuye muy de a poco, siempre gracias a esas cosas que sabemos, siempre culpa de esas cosas que sabemos. Lo inevitable, por algo lo es, no se evita y esa mueca empieza a tomar sentido, es que solo nos queda todo, nada más que todo. Ahora si, abramos la puerta para salir a jugar, que nuestros cuerpos están desnudos y afuera hace frío. Es mueca otra vez, aparece y nos pide transformarla, transformarnos. Mañana seremos risas, aun sabiendo de esas cosas, esas cosas que no queremos saber.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Homenaje asadil

Las juntadas son más cortas, los abrazos siguen largos
Los ausentes hacen mella, pero el recuerdo los trae
Sobre todo cuando los vasos se alzan.

Un asado que pide charlas entre amigos, al que jamás me voy a negar
Las anécdotas nos sobran, las de otros y las propias
Ese cuento del mamado que termina por ahí

Mucho pan y mucho vino, es la misa que se muda

La nostalgia se hace risa por la fuerza de las brasas
Mientras se consumen las horas sin molestar a los presentes
En sus dichos incoherentes

La belleza esta en la mesa, es el tiempo del silencio
Es la carne la que habla y el asador es quien dicta
Un aplauso suena fuerte, se agradece y otra vez

Mucho pan y mucho vino, es la misa que se muda

Sobremesa es lo que sigue, ya se notan los excesos
Las voces suenan más fuerte, son las ganas de contarnos
Y los vises de viejos cuentos siguen siendo festejados

Ahí se vienen las guitarras, se preparan los cantores
Tocan esa que sabemos, la que pedimos todos
Muchas voces exaltadas repasando estrofas viejas
Se repiten los aplausos, se agradece y otra vez

Mucho pan y mucho vino, es la misa que se muda

Se hace tarde y los vasos en el aire
Va por vos y por aquel, por mi club o el de cualquiera
Llegan otros ya comidos y un brindis los espera
Todos gritan por salud, nadie enfermo pareciera

La noche se va terminando, al menos eso parece
Es que la mesa se levanta y para algunos ya se hizo tarde
Es la hora de las promesas, que la pesca que algún viaje
Ahora vuelven los abrazos, se agradece y otra vez

Mucho pan y mucho vino, es la misa que se muda

domingo, 21 de marzo de 2010

El esplendor de una vida singular

Enterrada en las ruinas del castillo yacen las sobras de lo que otrora fuera el esplendor de una vida singular. En el camino al lugar solo se ven señales de lo hermoso y único de una vida singular. Sin temor de molestarme, me acerco al sepulcro y rezo una plegaria para que lo que otrora fuera el esplendor de una vida singular me salpique y haga que reaccione al simple hecho de poder respirar sin temer al sentir el aire llenar mis pulmones. Todo es más complejo, ya nada será igual, lo que otrora fuera el esplendor de una vida singular me ciega por completo y el camino empieza a empinarse, ¡oh, que hay de mi! Qué hay de mi, me pregunto una y otra vez. Sin embargo sigo, solo sigo, eso es lo que el esplendor de una vida singular dicta, nada más, seguir, por más que las ruinas sean grandes, mis pasos deben ser firmes. A medida que sorteo las ruinas, el camino se hace más y más incierto, todo por aquella singularidad que marcó el esplendor de aquella vida. Qué más da, soy un responsable camino a su destino, solo eso, sin saber si siquiera hay castigo o recompensa, ¡hay de mi!
El humo recorre mi cara oscureciendo mis ojos ciegos, ¡ah! El porvenir, ese humo, es todo lo que me queda, y ese mal, ese mal que por bien no venga, no, señor, ese bien no viene, ese bien genera mal, oh, no, eso no es tan simple, salvo, salvo que sea un sueño, pero lo sé, jamás soñé tal sueño hermoso y doloroso.
Todo lo dulce se hace amargo y el camino solo sube, más y más, ¡ah! Pero la subida no solo es más y más empinada, no, eso no basta, hay rosas, rosas con espinas, que demuestran la dulzura de lo que otrora fuera el esplendor de una vida singular. Y yo solo avanzo, como la singularidad de esa vida y el esplendor congeniado entre ambos marca. Subamos, subamos, que el mañana será la cima a la que llegaré o llegaremos, la cima, donde el esplendor bañará mi vida para hacerla singular