miércoles, 14 de abril de 2010

Cosas

Hay cosas que nos llevan a pensar cosas, cosas que sabemos, pero no queremos saber. Son cosas que ya estaban ahí, pero que no queremos ver, son ese tipo de cosas de las que huimos, no por miedo, es solo porque sabemos qué pasará una vez que aparezcan.
Es por eso la nostalgia, es por esas cosas que sabemos, todo pasa por ahí, es que estamos desnudos, al descubierto, siempre lo estuvimos, solo que entre esas cosas hay espejos, ahora vemos nuestros cuerpos, frágiles hasta de una brisa. Solos, los cuerpos.
Son solo cosas, dicen, que ya sabíamos, pero que ahora sabemos, ese es el problema. Es aquí donde los deseos se confunden, son opuestos y nos explotan en la cara provocando una sonrisa. Esa mueca en la cara, se nos burla, es irónica, es deseosa del futuro. Un futuro impaciente. Otra vez una ironía, tantos años esperándonos y la paciencia que no está, pareciera que el saber no es aprender, solo es saber.
Qué más, al fin solos, solo nuestros cuerpos en un cuarto lleno de esas cosas, las que no queremos saber, sin embargo, es la respuesta, es nuestra respuesta, al fin solos. La ansiedad disminuye muy de a poco, siempre gracias a esas cosas que sabemos, siempre culpa de esas cosas que sabemos. Lo inevitable, por algo lo es, no se evita y esa mueca empieza a tomar sentido, es que solo nos queda todo, nada más que todo. Ahora si, abramos la puerta para salir a jugar, que nuestros cuerpos están desnudos y afuera hace frío. Es mueca otra vez, aparece y nos pide transformarla, transformarnos. Mañana seremos risas, aun sabiendo de esas cosas, esas cosas que no queremos saber.