Las juntadas son más cortas, los abrazos siguen largos
Los ausentes hacen mella, pero el recuerdo los trae
Sobre todo cuando los vasos se alzan.
Un asado que pide charlas entre amigos, al que jamás me voy a negar
Las anécdotas nos sobran, las de otros y las propias
Ese cuento del mamado que termina por ahí
Mucho pan y mucho vino, es la misa que se muda
La nostalgia se hace risa por la fuerza de las brasas
Mientras se consumen las horas sin molestar a los presentes
En sus dichos incoherentes
La belleza esta en la mesa, es el tiempo del silencio
Es la carne la que habla y el asador es quien dicta
Un aplauso suena fuerte, se agradece y otra vez
Mucho pan y mucho vino, es la misa que se muda
Sobremesa es lo que sigue, ya se notan los excesos
Las voces suenan más fuerte, son las ganas de contarnos
Y los vises de viejos cuentos siguen siendo festejados
Ahí se vienen las guitarras, se preparan los cantores
Tocan esa que sabemos, la que pedimos todos
Muchas voces exaltadas repasando estrofas viejas
Se repiten los aplausos, se agradece y otra vez
Mucho pan y mucho vino, es la misa que se muda
Se hace tarde y los vasos en el aire
Va por vos y por aquel, por mi club o el de cualquiera
Llegan otros ya comidos y un brindis los espera
Todos gritan por salud, nadie enfermo pareciera
La noche se va terminando, al menos eso parece
Es que la mesa se levanta y para algunos ya se hizo tarde
Es la hora de las promesas, que la pesca que algún viaje
Ahora vuelven los abrazos, se agradece y otra vez
Mucho pan y mucho vino, es la misa que se muda
miércoles, 24 de marzo de 2010
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4 comentarios:
Excelente...que bueno que volviste, bienvenido al mundo de las palabras!!
UUUUFFFF.....LOs vi a todos.
Gracias!!!
Abrazos, hermano.-
Un moyanito soplando brazas a medio prender...
Eso es vida
groso Juan , ya le metemos al malambo!
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