lunes, 1 de octubre de 2007

Pensamientos colaterales


Hoy me levante filosófico, va, pensando boludeces, sin ánimos de ofender a los que aman la filosofía, y se me ocurrió preguntarme cómo llamar a estos pensamientos que nos surgen, sobre todo cuando uno esta ocioso, los que, por lo menos para mí, no entran como filosofía, ya que considero a esta como una instancia de pensamiento más elevado en la cual podríamos decir que se buscan las bases para pensar las soluciones a los problemas del universo, simplificando, creadoras de ideas rectoras. Ahora bien, si yo me pongo a pensar en que la luna me ilumina, pero lo que me importa es que su luminosidad es relativa, pareciera que estoy haciendo filosofía, pero no. Porque si tomamos la definición anteriormente dada, no hay problema con la luminosidad de la luna, a lo sumo puedo usarlo como un recurso poético, si saber nada de ello, pero no es filosofía. A lo que me refiero, es que la idea de pensamiento filosófico que nos da el sentido común es errónea, y basta con leer algún escrito al respecto para darse cuenta de que estamos en presencia de una frase con sentido en su semántica, pero sin una significación real (siguiendo el ejemplo de la luna). Esto, me trae dos reflexiones. Lo primero es, en este apetito por clasificar y definir todo, que yo particularmente tengo, la idea de los pensamientos colaterales como definición de estas ideas que surgen por el solo hecho de ser pensantes, lo que nos lleva, creo yo, a buscar una continuidad de pensamientos, me refiero a la necesidad de seguir pensando en algo por más banal que sea, lo que acompañado por la complejidad humana nos termina empujando a hacer complejo lo simple. Así, llego a esta definición, puesto que los pensamientos colaterales son simplemente ideas que nos surgen para no tener la mente en blanco, cosa que a veces cuesta mucho. Para profundizar un poco más, podemos decir que este tipo de pensamiento es positivo, ya que entrañan un ejercicio lógico, que creo muy positivo para la vida en general. Por otro lado, creo que estos pensamientos colaterales son un recurso valido para generar una verdadera filosofía, con el entrenamiento necesario, claro esta.

Mi segunda reflexión esta un poco atada a esto ultimo, me refiero a los pensamientos colaterales como generador de filosofía. Creo que el grado de abstracción y complejidad que atañe a la filosofía pura, por así decirlo, es innecesaria. Tanto es así que esta reservada a personas con alto nivel intelectual o muy voluntariosos, lo que no debería ser así, puesto que su universalización (me refiero a una llegada mucho más “popular”) debe ser un ideal para esta. Porque nos ayudaría a pensar mejor el mundo con las ventajas que esto trae. Por eso mismo, creo que los aquí llamados pensamientos colaterales nos ayudarían a bajar, por así decirlo, la filosofía a nuestras manos, más allá de la complejidad que estos logren, no dejan de ser motorizados por el sentido común y por una lógica ya adquirida, por lo tanto sin necesidad de situarse en otro tipo de lógica más compleja y difícil de entender.

En definitiva, abogo por una filosofía para todos sin la necesidad de ir tan lejos de la realidad y los beneficios que esto podría traer, pero también admito que cabe la posibilidad de que traiga algo de caos en el pensamiento contemporáneo.

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