domingo, 1 de marzo de 2009

Todo a su debido tiempo.

La velocidad de una mula cargada en medio de una montaña es proporcional a los días de doloroso regocijo en un postoperatorio, para el caso, ligamentos cruzados.
Regocijo, por la decisión tomada, la correcta. Doloroso, porque así lo requiere.
He llegado al mes, ese periodo de tiempo que creen una simple sucesión de días, treinta o treintiuno, según el caso. Pero no todo es simple, sobre todo cuando la paciencia es la joya más preciada.
Caminar no es un hecho más, es algo por lo que tengo que esperar y tuve que pagar, sin remordimientos, aun hoy necesito una ayuda para lograrlo. Lo cotidiano no es lo que parece en estos momentos, levantarse de la cama fue muy doloroso y no es una metáfora, lo considero un logro. Hoy va más fácil, pero costó.
Los primeros días de dolores intensos parecen haber quedado lejos, por suerte, ya puedo hacer muchas cosas, de esas bien simples y que uno no presta atención, por ejemplo no sentarme en el inodoro con la pierna estirada, lo que hace la faena un tanto más incomoda, traten y verán. Ya puedo caminar un par de cuadras, todavía con una muleta, pero tengo mucho más movimiento que en el encierro de los primeros días. La cama es para ir a dormir, no para estar casi todo el día, eso es un gran avance, estar unos días en cama yendo solo al baño es muy tedioso y paradójicamente cansador, pero ya pasó.
Creo que lo que más rescato de este primer mes es mi humor, no creo haber sido el enfermo mala onda, es más, estoy convencido de que tuve muy buen humor, a pesa de los fastidios del caso. De la operación en si, que decir, las drogas, cuando quieren, son buenas, muy buenas, tal es así que no recuerdo nada de lo que pasó en el quirófano. Probablemente con algunas sesiones de hipnosis logre recordar algo, pero con qué sentido, dejemos eso en el subconsciente o por ahí.
Y así estamos en la senda de la larga, larga, larga vuelta de un crack a las canchas, en enero o un poco antes tal vez.
Por ultimo un consejo, si se rompen algo, soluciónenlo cuanto antes, no tarden catorce años como yo, se van a perder de muchas cosas solo por el hecho de tener una escusa.

1 comentario:

Luján dijo...

Me consta, sorprendentemente, la buena onda que mantuvo como enfermo jajaja, besos...Luji