Después de unos cuantos días encerrado por estudio y con ganas de caminar, he retomado el curso normal de las cosas. Mi bici volvió a sus andanzas, por su puesto que conmigo al mando. Ah!!!, que lindo que es andar en bici en buenos aires, es muy divertido, además, debo admitir, tiene su cuota de adrenalina, de peligro. Ayer me di cuneta de como la extrañaba, mientras iba por Córdoba encarando la bajada que se forma después de Escalabrini Ortiz, que me permite disfrutar de un andar veloz y sin pedalear. Que lindo, esos bondis con los escapes rotos, las motos que se aparecen quien sabe por donde, los taxis que siempre saben a donde van o los mismos peatones que se mandan sin ver que mierda esta por partirlos al medio, ah, que disfrute, esas puteads a los que manejan como el orto, que emoción, que descarga.
Siempre me preguntan si no es peligroso andar en bici acá y yo contesto que puede ser, pero es más divertido que peligroso, eso si, siempre y cuando uno no sea un boludo que se manda por cualquier lado o que sea muy distraído, hay que estar atento, es un poco una jungla y a todos les importa muy poco si tenes paso o que seas un poquito más endeble que un scania frontal con cabina flotante, pero salvo eso, esta todo bien, ah, siempre con frenos, son un poco necesarios.
1 comentario:
la verdad que debo reconocer que soy un seguidor del blogg, cosa que me llena de orgullo y tristeza a la vez... tengo una pregunta... el pancho carioca es realmente originario de Brasil? En ese caso, por que no tenemos un pancho gaucho?
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